En un mercado global y competitivo en el que posicionar un vino es cada vez más difícil, se hace necesario buscar soluciones imaginativas que permitan, de una parte elaborar vinos con personalidad, y de otra, mejorar los rendimientos de las explotaciones.
Tradicionalmente, los vinos se elaboran a partir de las uvas obtenidas con la mejor viticultura posible, pero en última instancia, con lo que nos da la tierra. De ahora en adelante, sin embargo, se podrá obtener la uva con unas características definidas para elaborar un vino concreto.
Se propone utilizar dentro de un proyecto común y a medio plazo, sensores en campo (con sondas de nitratos y dendrómetros), nuevas técnicas para ubicar los puntos de monitoreo y agrupar las parcelas comparables entre sí, protocolos para muestreo en campo, predicciones que aprenden con el microclima, un nuevo uso de la teledetección para verificar alarmas en los puntos de muestreo.
El próximo 21 de noviembre, en Sant Sadurní d’Anoia, se realiza una Jornada Técnica en la que se presentarán los trabajos que ya se están desarrollando en bodegas Pago de Carraovejas, Luis Cañas, Emilio Moro, Osborne, Dominio de Valdepusa, Dehesa de Valquejigoso y Finca Villacreces, así como en aceites de calidad, como Castillo de Canena y Aceites Valderrama.
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